Descarbonización
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Señor Director:
En carta a DF, don Carlos Cortés, como presidente ejecutivo de la Asociación de Gas Natural (AGN) cumple con su obligación de defender la utilización de gas natural para reemplazar el carbón en nuestra matriz energética, señalando que Noruega, país con una matriz energética casi 100% eléctrica, como debería ser la chilena, utiliza también gas natural y exporta. Ello es una realidad indiscutible porque Noruega es, además de gran productor de electricidad, un tremendo productor de gas que utiliza plenamente sus propios recursos naturales.
Chile en cambio, con solo una pequeña producción de gas en Magallanes, pretende depender de proveedores extranjeros, debe gastar divisas para importarlo y, experiencias pasadas nos dicen que nuestro proveedor principal no es 100% confiable, pues nos cortó unilateralmente el suministro en 2004. Ello motivó al entonces ministro de Energía, Jorge Rodriguez Grossi, en una reacción rápida, inteligente y visionaria, a sacar adelante las leyes que incentivaron y catapultaron el desarrollo de nuestras energías renovables al nivel actual, donde representan ya sobre 45% de nuestra matriz.
Chile es un país privilegiado en energía limpia, ecológica, nuestro potencial hidroeléctrico es gigantesco y no lo estamos aprovechando. Bastaría con desarrollar solo el 25% del mismo con PMGH, a construir por privados con unos pocos incentivos, para cerrar todas las plantas a carbón y diésel que aún tenemos. Pero, ¡inexplicablemente no lo utilizamos y preferimos seguir importando carbón, diésel y gas!
Cabe preguntarse con real asombro y preocupación: ¿es esto realmente razonable?, ¿es no ver el bosque de tantos árboles?, ¿es ignorancia y/o desidia?
Se perciben, además, en este momento, gélidos vientos de guerra mundial y, si ello ocurre, ¿habrá petróleo, carbón y gas disponible para nosotros?
Rolf Fiebig Zarges
Ingeniero, expresidente ACERA AG
